Descubre la historia de uno de los restaurantes más curiosos de la capital
<<La historia empieza en 2015, cuando por «no se sabe qué» encuentro en mi correo electrónico una notificación abierta de que el local de la antigua ferretería de la c/ Atocha está a la venta. Eso sucedió por tres semanas seguidas, siempre el mismo día>>.
Ningún lugar como Madrid para tener una experiencia gastronómica 360. Hemos visto restaurantes de todos los colores, tamaños, decorados y con todo tipo de performances, pero ¿Un restaurante en una antigua ferretería? Es el caso de Restaurante Ferretería en C. de Atocha, 57.
Restaurante Ferretería es un ejemplo de las oportunidades que Madrid te puede brindar y que en tu mano (y en tu economía, no nos vamos a autoengañar) está transformarlas en tu sueño o dejarlas pasar. En él, podemos encontrar platos tradicionales en la gastronomía española, pero con una deliciosa vuelta de tuerca (¿Eh? ¿Eh?), un gran homenaje a la sobremesa e incluso un espacio separado para poder organizar tus cenas privadas o catas de vino con amigos.
Hablamos con María, a la que el destino le insistió desde su bandeja de entrada para que nos regalara este restaurante dentro de la ferretería más antigua de Madrid.
Zity: ¿Cómo, cuándo y por qué empieza este proyecto?
María: De pura casualidad. Cuando llegué de mi querida tierra (León) no pensaba en absoluto en algo como esto. La historia empieza en 2015 cuando por «no se sabe qué» encuentro en mi correo electrónico una notificación abierta de que el local de la antigua ferretería de la c/ Atocha está a la venta. Eso sucedió por tres semanas seguidas, siempre el mismo día. Nunca sabremos por qué me llegó aquel correo, pero me llegó, me provocó curiosidad y fue el principio de nuestra historia.
Z: ¿Qué fue primero, el restaurante o que fuera en una antigua ferretería?
M: Ni una cosa ni la otra. Fue una suma de circunstancias. Esto vino en un mismo paquete. Cuando fui a ver el local tan viejito, desvencijado, caótico y lleno de cosas inimaginables…(incluidos perro y gatos) imaginé lo increíble que sería poder comer en una antigua ferretería. Bueno, en la que hasta entonces era más antigua de Madrid.
Z: ¿Por qué en una ferretería?
M: Porque los espacios son versátiles y porque tal vez nunca me ha gustado lo obvio ni lo previsible. Porque este local tenía posibilidades y mi mente voló rápido imaginando las cosas necesarias para plasmar mis ideas y vivencias, mi cultura gastronómica y mi pasión por el arte y las antigüedades.
Z: ¿Cuál es la historia de la ferretería?
M: Según consta en el plano de Texeira de Madrid (15) , el local de Ferretería pertenecía a un conjunto de edificios donde se asentaba el Real Colegio de Huérfanas de Loreto, instaurado por Felipe II y que abarcaba toda la manzana. Desde la c/León hasta la esquina de Matute.
Alrededor de 1802, un hombre procedente de Logroño, D. Esteban García de Ochandatay abrió ese negocio pensando en que la recién estrenada Nueva Estación de Atocha le sería de gran ayuda para sus importaciones y exportaciones de materiales diversos. Cuando abrió, disponía de seis empleados convirtiéndose en un referente dentro de ese tipo de negocio. Después lo heredó su hijo Ramiro y más tarde, las tres sobrinas de este y nietas de D. Esteban.
Z: ¿Conocéis o conocisteis a los antiguos dueños?
M: Sí. María Jesús, la última dueña de la ferretería nos ha acompañado en muchas ocasiones. De hecho, recientemente vino a comer con su familia.
Z: ¿La carta y la filosofía del restaurante están relacionadas con algo de la ferretería?
M: Tal vez la relación de nuestra carta con la ferretería se basa en la tradición revisada, y en lo que a la filosofía de la empresa se refiere, es capital mantener la esencia de aquel espacio que hasta hace unos años ocupó aquella ferretería.
Z: ¿Qué platos son los más top?
M: Elegir platos siempre nos cuesta. Procuramos que todos sean top. Las croquetas, el buñuelo de morcilla o el torrezno, la calidad de nuestras carnes y pescados, el trabajo de los arroces y el mimo de los postres encabezan la lista.
Z: ¿Cuál es vuestro plato favorito?
M: El que dibuje la satisfacción y el placer en la cara de nuestros clientes. (Aunque las croquetas he de decir que son de otro planeta…)
Z: ¿Y al que más cariño le tenéis? ¿por qué?
M: El plato pintado por Salvador Dalí que viste una de las paredes de nuestro restaurante. Si te refieres a comida… te diría que todos por el esfuerzo y trabajo que implica realizarlos. No hay nada simple en la cocina.
Z: ¿Qué fue primero, el nombre o el local?
M: El uno sin el otro no tienen sentido… El local nos dio el nombre. No podía ser otro ya que cuenta con Nivel 1 de Protección del Ayuntamiento.
Z: ¿Qué pensáis de las sobremesas españolas?
M: Hay muchas tradiciones españolas maravillosas. La sobremesa es una de ellas. Poder departir, compartir y reír alrededor de una mesa acompañado de los tuyos es un lujo, siempre que la siesta lo permita…
Z: ¿Qué países pensáis que necesitan adoptar las largas sobremesas en su cultura?
M: ¡Ah! ¿Pero no lo han hecho todos ya?. Si no lo han hecho… ¡deberían!
Z: ¿Qué es eso del taller ferretero y qué podemos hacer en él?
M: El taller es la guinda de nuestro pastel: un espacio 100% privado en pleno centro de Madrid en el que puedes organizar desde una comida o cena como en tu casa pero sin preocuparte de nada a un taller de cocina, una cata de vinos, o aquello que se te ocurra (siempre dentro de nuestras posibilidades, claro…)
Z: Habladnos de los paquetes “experiencias”.
M: Pues es muy sencillo: es la forma que tienes de regalar Ferretería a quien tú quieras. Una tarjeta regalo que pueden canjear para sus comidas, cenas, eventos…
Z: Del 1 al 10 ¿cómo de “las mejores croquetas de Madrid” son las vuestras?
M: Para nosotros de 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, y 10. No hay número que dejemos, por si acaso. El caso es que piden y piden y vuelven a pedir.
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